¿Cuánto vale todo lo tuyo?, ¿Cuánto vales tú?

Si tuvieras que venderte, ¿Cuánto crees que paguen por ti? ¿Cuánto vales?
Muchas personas valen su peso en oro y en la historia de la humanidad por cierto que se han dado casos de recompensas de su peso en oro por servicios prestados a los reyes.
Se cuenta una historia de un Maestro de sabiduría que se encontraba dando una conferencia sobre el valor que tienen las personas, sobre todo de las personas desprestigiadas.
Aquellos que fueron famosos algún día y luego de sus quince minutos de gloria y fama perdieron popularidad, dinero, propiedades y jamás volvieron a triunfar. ¿Cuál es tu precio? preguntó el Maestro a uno de los asistentes a la conferencia. El oyente dijo: no se Maestro.
Entonces le replicó, no interesa, deme una cifra cualquiera. Tal vez pueda basarse en lo que gana al año multiplicado por unos 30 años, agréguele lo que vale su casa, su auto, joyas, su ropa, su esposa, sus hijos y si quiere su mascota, ¿Cuál es tu precio a grandes rasgos?. ¿Tienes un valor de mercado para ti?
El oyente dijo: Bueno, bajo ese punto de vista, puedo valer unos 400,000 dólares. Agregando inclusive mis estudios, mi experiencia y los proyectos a futuro que puedo tener.

Valor de mercado

Bien, dijo el Maestro. Y si alguien comienza a desprestigiarte, te ataca en el trabajo, te pone en mala situación frente al gerente, además chocas el auto, tu esposa comienza a pedirte más tiempo para ella, la casa tiene problemas con la humedad del terreno… ¿Cuánto vales ahora?.
El oyente, luego de vacilar un momento dijo: Es como la bolsa de valores, todo fluye, en algunos momentos puedo valer mucho, luego poco, luego recupero.
Entonces, el Maestro habló a todo el público. ¿Cuánto vales?, ¿Cuánto valen?, ¿De qué depende?. Aquí tengo un billete de 100 dólares. Deseo obsequiarlo a quien levante el brazo.
Entonces levantaron el brazo unas 100 personas. Bien, dijo el Maestro, mientras estrujaba el billete arrugándolo, ahora este billete esta arrugado. Alguien lo quiere todavía.
Entonces, levantaron el brazo las mismas personas.
El Maestro arrojó el billete de 100 dólares contra el piso, luego lo pisoteó, y lo mostró al público. Preguntó: ¿Lo quieren todavía?.
Todos sonrientes, asintieron con su cabeza positivamente.
El Maestro mirándolos fijamente dijo: ¿Cuánto vales?, ¿Cuánto valen?, ¿Cuál es tu precio?. No depende de si hablan mal de ti, o si pierdes el trabajo, quizás te pisoteen. Pero tu valor, tu precio debe ser como el valor de la moneda.
El valor de la moneda puede fluctuar, pero al final todos la quieren. Aun arrugada, rota, desgastada, no pierde su valor. Claro que el valor del mercado de las acciones puede variar, pero existen monedas mas estables.

Cuanto vales

Tú no eres tu casa, ni tu trabajo, sino que debes ser como la moneda estable y esto se logra con estabilidad, con equilibrio y sabiduría.
Sobretodo, con valorarte. Toda tu fortuna es lo que logres como persona, como un ser único, no serás don dinero, pero si único y con gran valor.
Valórate, ten tu precio por ti mismo, no por lo que te rodea. Observa y analiza si tus amigos te quieren, si tu familia te aprecia, por ti mismo. Eso es lo importante, por ti mismo.
Si logras tener un alto precio al final de tu análisis, la vida no habrá transcurrido en vano para ti.
Lo más importante que haz dicho, le dijo mirando al oyente que le respondió, es que tienes proyectos, experiencia a lo que debes agregarle cuanto haz crecido realmente.
Por ello, amigos míos, dijo el Maestro: Sean como este billete de 100 dólares y como en la última pregunta todos sonrieron y nadie levantó el brazo, lo guardaré.
Eleven su precio, tengan por seguro que el oro brilla solo, todos lo notarán, si ustedes aumentan su valor.
Don dinero es un poema de la época medieval de Francisco de Quevedo, que empieza así:
Poderoso caballero
es don Dinero.

Madre, yo al oro me humillo,
él es mi amante y mi amado,
pues de puro enamorado
de continuo anda amarillo;
que pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero.