MALDITAS ALMAS QUE NO ENCONTRARAN PERDÓN

Humíllate ante mi, déjame beber tu sangre impura, quiero escuchar gritarte en este ardor que calcina tu alma, nada te pertenece adorándome, a mi póstrate sirviendo mis ordenes que no son cuestionadas, maldito infeliz consúmete de rencor, aquí huelo tu miedo, quiero tragar esa carne que te cubre.

Si eres complaciente a lo que pido servirás para limpiar ese hedor que los creyentes expulsan de sus poros perfumados, dame de comer tu odio, déjame untarme de tu depresión, quiero carcajearme de tu sufrir, quiero verte hundido en la oscuridad en la que tu miedo se refugia, cuanto quieras te daré solo tienes que adorarme y serás maldito siempre, tu vida estará existiendo en mi.

No seas inocente has la guerra, destroza a quien en tu existencia te mienten encontrar la paz, esta no existe eres solo un frágil humano que me perteneces, tu cuerpo es alimento que esta putrefacto, tu alma es mía, serás tan fútil que te conviene adorarme, tu furia es una ofrenda entrégamela, atéstate de rabia voltéate contra todos tus iguales, se vencedor y avaricia el lugar que te doy.

Soy a quien tienes que seguir –hace tiempo un buen hombre te dejo amor y lo dejaste morir- hiciste lo correcto seguir y creer en mi, el amor no existe miserable mortal, serás inmortal favorécete en mi infierno, te proveeré de alimento, tragaras las carnes de aquellos que te pretendieron dar amor, eres uno, solo sirve a tu rey, comerás los trozos de aquellos que solo son inmundicia material.

Únete a mi ejército maléfico, tendrás de comer y beber a mis pies, desterrado, ambiciona merecer ser príncipe de mi reino, hónrame en tu despreciada vida. Dame tu energía y tendrás libertad en esa tierra perdida, adórame y tendrás todo. Tengo hambre y sed de ti.

Maldito servil póstrate ante mi, adórame, idolátrame, aquí esta tu Rey de las tinieblas donde vas a estar. Eres tan mísero que necesitas mi protección.