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¿PORQUE UNIVERSIDAD DEL INFIERNO?

Simple. Desde siempre la sociedad ha menospreciado a los rockeros por su forma de vestir y de ser,y los fanaticos religiosos nos condenan al fuego eterno por el simple hecho de no ser como ellos. El nombre es un chiste, una comedia, una burla a las mentes adoctrinadas que todavia piensan que rock es sinonimo de malo. LA UNIVERSIDAD DEL INFIERNO ES UN ESPACIO DONDE CONVERGE EL ROCK, LA CULTURA Y EL MUNDO DESDE NUESTRA PERPECTIVA. ES UN ESPACIO PARA MENTES INQUIETAS Y BIEN ROCKANROLERAS.

viernes, 26 de marzo de 2010


maria izquierdo









María Izquierdo
"la muchacha tenía mucha cabeza para la pintura".

Fue miembro fundador de la Casa de Artistas de América

Pintora mexicana nacida en 1902 en San Juan de los Lagos (Jalisco) con el nombre de María Cenobia Izquierdo Gutiérrez, Aunque la mayoría de sus biógrafos aceptan como fecha de nacimiento 1902, algunos otros establecen que fue en 1906.
Fue una figura destacada en el ámbito intelectual y formó parte de la LEAR (Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios), organización que tenía entre sus objetivos contribuir con el arte a la lucha contra el imperialismo.
La amante del muralista Rufino Tamayo, María Izquierdo, se caracterizó por sus composiciones con un "pasado oscuro e injusto"; donde se hace partícipe al sexo femenino sin excepción y por sus obras intimistas que son la otra parte de su persona: María Izquierdo era llamativa porque, al igual que Kahlo, usaba trajes de seda muy brillantes, joyas y peinados yalaltecas.
En ese momento, en México se tenía un énfasis especial hacia el nacionalismo, del que María Izquierdo retomó el folklore, los juguetes, las fiestas tradicionales, como el día de muertos o la semana santa, entre otros; de tal manera, la obra de Izquierdo se enriquece de imágenes apoyadas en la tradición popular mexicana, además del arte de la época del Virreinato y el arte religioso. La obra de la pintora jalisciense transita por el culto a la religiosidad, lo popular de los lugares, los rezagos de la Revolución y se conforma como una biografía pictórica porque no consiste "en reproducir algunos espectros de su universo, en completar fantasiosamente su universo; sino en practicar la metáfora dentro de los límites de la hoja de papel.
Entre sus obras principales destacan aquellos personajes que los niños ven en los circos: sonrientes bailarinas o simpáticos payasos, ágiles trapecistas, tigres, caballos y leones, sólo por mencionar algunos. Otras figuras que se pueden encontrar en las pinturas de la artista son alacenas, vírgenes llorando o gente de pueblo bañándose en el río.
En su obra, la fantasía ocupa un lugar muy especial, aunque también es cierto que en ellas se percibe una representación de la soledad –semejante a la que logra plasmar otro artista, Giorgio de Chirico, representante de la pintura metafísica u onírica-, los colores que empleó eran vistosos e intensos; ella no hacía bocetos o dibujos previos, como otros artistas, sino que directamente realizaba en la tela las imágenes que se imaginaba.
María Izquierdo realizó en 1929 su primera exposición individual en la Galería de Arte Moderno de la ciudad de México.
Fue la primera pintora mexicana en exponer sus obras fuera del país en el año 1930. Su primera exposición tuvo lugar en el Art Center de la ciudad de Nueva York. Otros lugares en los que presentó sus pinturas fueron entre otros países Tokio, Japón; París, Francia; Bombay, India, y Chile.
A los cinco años de edad perdió a su padre y desde pequeña, su educación fue delegada a sus abuelos, hasta que su madre se casó nuevamente. La infancia de María Izquierdo es probablemente la razón de sus fuerzas libertarias como artista. En sus primeras obras, las que comprenden el período de 1927 a 1930 muestran su entorno más inmediato: retratos de sus seres queridos y amigos, como el Retrato de Belem (1928), o Niñas durmiendo (1930), el cual es el retrato de su hija Amparo y una sobrina; así como, naturalezas muertas y paisajes. Los paisajes revelan mucho del entorno que la envolvió en su tránsito desde su infancia rural y la vida adulta en la ciudad de México. En algunas de sus obras aparecen incluso algunas industrias, las cuales existían contundentemente en el entorno y que de esa manera, en 1930 llevó a cabo una composición de la cementera La Tolteca, con la que participó en un concurso artístico convocado por la misma empresa y que le otorgó una mención honorífica especial del jurado.

En 1927 ingresó a la Academia de San Carlos de la ciudad de México en donde estudió durante un año.. En ella tuvo a algunos maestros como el pintor Germán Gedovius y al escritor Manuel Toussaint, aunque cabe mencionar que la influencia más profunda la obtuvo de Rufino Tamayo con quien vivió de 1929 a 933.

Aún siendo una niña, migró a Aguascalientes y después a Saltillo, su niñez transcurrió en Torreón Coahuila. Se casó a los 14 años con un hombre mayor, separándose de su esposo en 1923, hubo de convertirse en mujer y madre. Se mudó a la ciudad de México en una época en que era muy osado para una mujer divorciada el vivir sola y ser pintora. De este matrimonio hubo razones lógicas por las que se separó y escapó para después establecer una relación sentimental con Cándido Posadas Izquierdo. Hacia finales de los años 20, ingresó en la Escuela Nacional de Bellas Artes, en enero de 1928, y se mantuvo como alumna de la antigua academia de San Carlos hasta junio de 1929; Fue ahí donde se matriculó en la clase de pintura de German Gedovius, el cual impartía la clase de colorido y composición, y años más tarde en pintura de figura. Cursó historia del arte con Antonio Caso y dibujó con Alberto Garduño. Tomando en cuenta que María Izquierdo llevaba relativamente poco tiempo en la Academia, comenzó a asistir a cursos avanzados siendo que era una novata; incluso el maestro Germán Gedovius le concedió permiso para no asistir a la escuela y pintar y estudiar desde su casa.
En el Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México, había una galería de arte la cual estaba atendida por los pintores Carlos Mérida y Carlos Orozco Romero. En esa galería se llevó a cabo la primer exposición de María Izquierdo, la cual fue muy comentada por las publicaciones de la época. La introducción al catálogo fue escrita por Diego Rivera, el cual era ya Director de la Escuela Nacional de Bellas Artes. En ese texto plasmó el gran desarrollo que había tenido la joven pintora, a la cual definió como una de las personalidades más atrayentes del panorama artístico y uno de los mejores elementos de la academia, considerándola "un valor seguro y concreto".
También surgieron muchas reseñas periodísticas sobre sus trabajos. Retrato de Belem, el cual es de sus primeras obras de las que se tiene conocimiento, es un retrato en el cual abandonaría el uso de la perspectiva académica, explorando y proponiendo en el terreno de lo compositivo.
Sin duda llevar a cabo este tipo de acciones significó cuestionar lo que había aprendido con su maestro German Gedovius, el cual le exigió un esfuerzo técnico totalmente distinto. Muchas de sus composiciones, realizadas por María en 1929, rememoran en buena medida los trabajos de las escuelas de pintura al aire libre, las cuales visitaba frecuentemente María Izquierdo aprende los elementos básicos de las diferentes técnicas que se emplean en las artes plásticas, pero en realidad Tamayo fue su gran maestro en el manejo de la acuarela, el cual impartía clases en la Escuela Nacional de Bellas Artes y tenía afinidad con los proyectos de Diego Rivera. Entre María Izquierdo y Rufino Tamayo hubo una relación profesional y afectiva que duró más, a pesar de que Rufino abandonara la institución. Existen semejanzas entre sus pinturas en el período de 1929 a 1933, aunque cabe mencionar que Rufino Tamayo nunca fue dado a formar discípulos.
Al año siguiente (1930), en el Arts Center Gallery de Nueva York se celebró su primera exposición individual en los Estados Unidos su exposición contemplaba catorce óleos que incluían naturalezas muertas, retratos y paisajes. En ese mismo año la American Federation of Arts presentó en el Metropolitan Museum of Art una exposición de arte popular y pintura mexicana que incluyó obras de Rufino Tamayo, María Izquierdo, Diego Rivera y Agustín Lazo, entre otros.
En 1931 fue maestra en el Departamento de Bellas Artes de la Secretaría de Educación Pública.
En 1936 llegó a México el poeta francés y teórico del surrealismo Antonin Artaud, el cual se sintió cautivado por la pintura de Izquierdo a la que califico de "sincera, espontánea, primitiva e inquietante". Gracias a su influencia logró María exponer en París.
En 1948 debido a un ataque de hemiplejia se le paralizó la mitad del cuerpo, quedando sin poder mover el brazo derecho, situación que no le impidió seguir pintando con el brazo izquierdo (igual a su apellido). Murió de una embolia en la ciudad de México, el 3 de diciembre de 1955.
Actualmente la mayoría de sus obras se encuentran en manos de extranjeros y muchos de sus restantes trabajos se encuentran perdidos. Su obra se caracteriza por el uso de intensos colores, y temáticas que van desde autorretratos, paisajes, naturaleza, hasta surrealismo.
Fue la única mujer cuyo nombre quedo inscrito junto al de otros 17 artistas en el muro del monumento a José Clemente Orozco en la ciudad de Guadalajara
Su nombre es junto al de Frida Kahlo y al de Lola Álvarez Bravo de las artistas mujeres que más han destacado tanto en México como en el resto del mundo



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